Descubre a Thanos y la Saga del Infinito, una parte alucinante del Universo Marvel y que es la base para Avengers: Infinity Wars y End Game.
por Sergio Alejandro Amira
Introducción
–¡Tú también, hijo mío! –exclamó melodramáticamente el Sr. Editor, parafraseando a Julio César al ser apuñalado en las escalinatas del senado por Brutus.
–¿A qué te refieres? –le pregunté intrigado.
–Luis Saavedra y Gabriel Álvarez tampoco llegaron con nada –me respondió él.
–Bueno –dije yo–. ¿Que tal si tomamos el artículo sobre Thanos y La Saga del Infinito que escribí para el Fobos #17 (una época en la que gozaba de tanto tiempo libre que hasta me permitía escribir mamotretos como este por pura ñoñería), le hago una pequeña revisión y le agregó aquel epílogo que narizotas no me dejó publicar por falta de espacio?
El Sr. Editor estuvo de acuerdo y aquí me tienen, presentando una vez más la Infinita Saga cósmica de Jim Starlin, compuesta por El Guantelete del Infinito, La Guerra del Infinito, La Cruzada del Infinito, El Abismo del Infinitoy el preludio, The Thanos Quest.
Origen de Thanos
Antes de adentrarnos en los hechos acaecidos en esta macrosaga, considero imperioso hablarles sobre los orígenes de quien es, para este humilde servidor, el más interesante y complejo personaje de Marvel, y protagonista absoluto de La Saga del Infinito: Thanos de Titán.
Thanos habita el satélite joviano Titán y es uno de Los Eternos, una raza de seres originarios de la Tierra. ¿Cómo así? Sucede que en el Universo Marvel existen unas entidades cósmicas llamadas Los Celestiales, que gustan de experimentar con los seres vivos con potencial sentiente de los planetas que visitan y fue en uno de estos viajes que llegaron a la Tierra y decidieron alterar genéticamente a los antropoides que evolucionarían de manera natural en la raza humana.
Esta intervención de los Celestiales produjo dos razas paralelas a la humana: los Eternos (que nunca sufren mutaciones y poseen un completo dominio sobre las moléculas de su cuerpo, lo que les permite lanzar rayos energéticos por ojos y manos, volar, y los convierte en inmortales) y los Desviantes (seres de aspecto e intenciones demoníacas que sufren significativas mutaciones en cada generación). La mayor parte de los Eternos dejó la Tierra rumbo al espacio, asentándose algunos de ellos en Titán, la luna de Júpiter. De esta rama de Eternos proviene Thanos.
Thanos, hijo de Mentor (líder de los Titanes) y su esposa Sui-San era un niño problemático cuya obsesión con la violencia y la muerte se fue incrementando a medida que crecía. Después de haber cometido el máximo delito en Titán (construir un arma), su padre lo condenó al exilio. Durante este tiempo Thanos viajó hasta los limites del cosmos perfeccionado sus habilidades. Su tendencia asesina y naturaleza nihilista llamó la atención de la mismísima Muerte, de cuya manifestación corpórea el Titán se enamoraría.
Años después Thanos regresaría a su mundo natal al mando de una flota compuesta por piratas, asesinos y la peor basura del universo. El ataque sería repelido, pero a un alto costo: 100 eternos muertos (incluida su madre) de una población de 35.000
Thanos no se dio por vencido y tiempo después regresó a Titán, está vez para regirlo. Usando el satélite de Júpiter como centro de operaciones, Thanos emprendería la búsqueda del talismán que utilizaría para cumplir sus más oscuros deseos, este objeto no era otra cosa sino el Cubo Cósmico (un campo de energía cuasi-sentiente capaz de cumplir cualquier deseo.) Mentor imploró a Kronos (el Eterno convertido en entidad cósmica) para que le enviase ayuda, la que llegó en la forma de Drax el Destructor. Drax persiguió a Thanos por todo el cosmos, confrontándolo finalmente en un distante planeta. Tras la terrible batalla el debilitado Drax fue hecho prisionero por Thanos, que poco después obtendría el Cubo Cósmico, convirtiéndose en un dios. Pero Thanos había desarrollado una importante debilidad: proporcionar subconscientemente los medios para que sus enemigos le derrotaran. De esta forma, en vez de simplemente destruir al Capitán Marvel, jugó con él dándole tiempo al guerrero Kree para aproximarse lo suficiente al cubo para destruirlo.
Thanos, como se haría una costumbre, sobrevivió, descubriendo que su amante, la Muerte, le había abandonado. Despechado, el Titán idearía una nueva estratagema para reconquistar a su gran amor, la cual contemplaba eliminar a un ser conocido como el Magus, regente de un vasto imperio religioso construido alrededor de sí mismo. Para cumplir sus objetivos Thanos introduciría una serie de elementos paradójicos en la realidad del Magus, uno de los cuales sería la mujer llamada Gamora, que había sido criado de pequeña por Thanos para convertirse en una letal asesina. Además de esto, el Titán debía conseguir las seis Gemas-Alma, cuyo poder combinaría para destruir todas las estrellas del universo como regalo para su amada Muerte. Una faceta de esta maquinación requería que Thanos formara una alianza con el ser artificial conocido como Adam Warlock, quien poseía la sexta Gema-Alma. Junto a su nuevo socio el Titán combatiría al Magus (quien al final resultaría ser el malvado-yo futuro de Warlock) y gracias a esto lograría drenar el patrón energético de la Gema-Alma, creando así un duplicado.
Pese a que ya había cumplido con su propósito, Thanos ayudó de igual forma a Warlock en la destrucción de su malvado yo futuro (el Titán es un “hombre de palabra”), eliminando por completo la línea del tiempo divergente de la cual el Magus provenía. Gamora, que había descubierto las reales intenciones de su padre adoptivo intentó matarlo pero Thanos la hirió de muerte y en vez de cerciorarse que realmente había estirado la pata, la dejó para ser encontrada por Adam Warlock, quien absorbería el alma de la mujer dentro de su gema, descubriendo así los terribles planes de los que fuera su aliado. Thanos una vez más había sembrado las semillas de su propia perdición.
Warlock contactó al Capitán Marvel y los Vengadores (cuya formación incluía a, Thor, Iron-man, Bestia, Dragón Lunar, el Capitán América, Visión y la Bruja Escarlata), para enfrentar a Thanos. Una vez en el espacio Adam descubriría el cuerpo desprovisto de mente de su amigo Pip el Troll (obra de Thanos, por supuesto) y absorbería el alma de Pip en su gema descubriendo los terribles planes del Titán, que habían sido revelados al troll en uno de esos arranques de megalomanía que suelen padecer los villanos antes de enviar a sus enemigos al otro mundo.
Warlock y el capitán Marvel atacaron a Thanos inmediatamente, destruyendo su proyector. Mar-Vel cayó inconsciente, pero Warlock resistió hasta la llegada de Iron-Man y Thor, quienes terminaron por frustrar los planes del Titán. Tras matar a Warlock, Thanos se teletransportaría lejos de la contienda, el Titán aún poseía la réplica de la Gema-Alma y suficiente poder como para destruir el sol, pero dos elementos habían sido añadidos a la contienda por Lord Caos y el Maestro Orden: La Cosa y Spider-Man que liberarían a los Vengadores prisioneros destruyendo la esfera contenedora del poder de la Gema-Alma. Durante la batalla la gema original cayó al suelo y en un destello de luz el alma de Adam Warlock reapareció en la forma de un ser de energía pura, que convertiría el cuerpo de Thanos en granito sólido. Luego de esto el alma de Warlock regresó a la gema.
La búsqueda de Thanos
Es recién ahora cuando, algunos años después de los hechos anteriormente narrados, cuando comienza verdaderamente La Saga del Infinito. Ya que el universo estaba habitado por más seres vivos de los que habían muerto, la Señora Muerte tomó la decisión de traer equilibrio, eliminado a la mitad de los seres vivos del cosmos. La Muerte resucitó a Thanos y aumentó considerablemente sus ya grandiosos poderes. Tras un breve encuentro con el Surfista de Plata, a quien logró burlar, Thanos se enfrentó a Nebula, su auto-proclamada nieta, para recuperar su astronave y su armada. Una vez realizado esto, Thanos llegó a la conclusión que la forma más expedita de llevar a cabo los planes de su Señora consistía en recolectar nuevamente las seis Gemas-Alma (Thanos había expandido sus conocimientos sobre estos artefactos rebautizándolas como las Gemas Infinitas).
Las gemas estaban en poder de unos alienígenas conocidos como los Arcanos del Universo, un puñado de seres inmortales que sostienen sus vidas a través de obsesiones monomaniacas y que han vivido desde poco después del Big Bang, siendo los únicos sobrevivientes de sus respectivas razas. Uno a uno el Titán venció a los Arcanos, haciendo gala de una agudeza mental que ciertamente no poseía en su anterior encarnación, e instaló las seis gemas en su guante izquierdo creando así el famoso Guantelete del Infinito. Thanos se presentó entonces ante su señora como “una fuerza que ha de ser reconocida”, exigiendo sentarse a su lado, pero la Señora Muerte continuaba dirigiéndose al Titán a través de sus lacayos, cosa que irritó en extremo a Thanos que, considerándose su consorte, exigió le hablara sin intermediarios. “Eres su superior. En todos los aspectos estás por encima de ella que no es más que una brizna de tu ser. Sería impensable para la Muerte dirigirse a un ser tan todopoderoso de forma directa”, señaló a Thanos el sirviente con cabeza de rata. El Titán enfurecido hizo que el roedor estallara en un sanguinolento espectáculo de vísceras y sangre inusual en un cómic Marvel aún regido por el Comics Code.
Tras esta demostración de su poder, Thanos se retiró del trono de la Muerte para meditar sus próximas acciones. Podría forzarla a que le hablara directamente, pero ¿qué bien haría eso? Thanos deseaba el amor de la Muerte, no su obediencia.
El Guantelete del Infinito
El oportunista y adulador Mefisto (el equivalente al diablo del universo Marvel), acude ante la presencia de Thanos ofreciéndose como su “primer acólito”. Mientras tanto el Surfista de Plata llega a la Tierra en busca del Dr. Extraño y le informa sobre el regreso de Thanos y sus oscuras intenciones.
Adam Warlock, Pip y Gamora dejan el reino de la Gema-Alma reencarnándose en los cadáveres de tres delincuentes menores cuyo vehículo se había estrellado desde un precipicio (el poder de Warlock transmutaría estos cuerpos en sus formas físicas originales). De vuelta en los salones de la Muerte, Thanos intenta convencerla de su amor construyéndole un templo en medio del espacio. A pesar de esto la Muerte sigue desdeñando al Titán y se niega a sentarse junto a él. Mefisto sugiere que este desprecio se basa en que Thanos aún no ha cumplido la tarea que se le había encomendado por lo que con un chasquido de sus dedos enfundados en el guantelete, el Titán elimina azarosa e instantáneamente a la mitad de la población del universo, cumpliendo así con el encargo de su amada señora.
Warlock en forma astral contacta a la entidad cósmica conocida como Eón y a Quasar, el guardián cósmico, además de convencer al Dr. Extraño de convocar a los campeones de la Tierra para combatir bajo su liderazgo. En Asgard, el poderoso Odín llama a una reunión de los Padres Celestiales, lideres supremos de distintos panteones que incluía a Tezcatlipoca, Zeus, Itzamna, Osiris, Nuada, Manitú y Svarog. Las deidades resuelven combinar sus poderes para vencer a Thanos.
El Dr. Doom aparece en casa del Dr. Extraño en busca de respuestas al fenómeno de las desapariciones y en ese momento hace su entrada Warlock. De vuelta en el templo espacial, Thanos produce una onda psíquica que arrasa un cuarto de la galaxia, lo que de inmediato llama la atención de Galactus, el Devorador de mundos. Esto produce un desastre de proporciones en la Tierra con sismos y terremotos, además de destruir Asgard y dejar prisioneros a los Padres Celestiales al ser desplazado el continuo espacio-tiempo.
Thanos por su parte se divierte con nimiedades como escribir su nombre agrupando 60 planetas mientras sigue peguntándose el por qué del desprecio de su señora. De vuelta en la Tierra científicos de S.H.I.E.L.D descubren que el planeta ha sido sacado de orbita por la onda estelar. El Dr. Extraño a través de sus portales místicos invoca la ayuda de los héroes de la Tierra que aún quedan para luego teleportar a Warlock y el Surfista al espacio donde se reunirán con Quásar, Eón, y las entidades cósmicas que incluyen a Eternidad (la personificación de todo lo que existe), a Oatu (el Vigilante), al Señor del Caos y el Amo del Orden (el equilibrio galáctico), al tribunal Viviente (juez cósmico de todas las realidades), las personificaciones del Amor y el Odio, Galactus, el Extraño, el Titán Kronos y los Celestiales. Eternidad solicita un juicio del único ser que pretende sumir al universo en una maníaca entropía, el tribunal responde que Thanos solo lucha por ocupar su lugar en el universo y que la selección natural es uno de los cánones más antiguos por lo que no se involucrará en esta caso. Emitido su juicio El Tribunal se retira y otro tanto hace Eternidad. Warlock, comunica a las entidades restantes que son más que suficientes para ejecutar su plan, Galactus se niega a seguir ordenes de un “insecto”, Warlock lo llama estúpido y el devorador de mundos descarga sus poderosos rayos sobre él, pero Adam los burla sin problemas y obtiene el apoyo del Amo del Orden y el señor Caos, quienes reconocen que Warlock está fuera de los lazos del destino por lo que es capaz de extraordinarias hazañas. De regreso en el templo de la Muerte, Thanos crea una nueva amante a su imagen y semejanza, para darle celos a su señora.
Lo que sigue es una batalla de proporciones épicas como jamás se había visto en cómic alguno con Adam Warlock, junto a los héroes de la Tierra y a las entidades cósmicas, luchando lado a lado para derrocar al Titán que había conseguido ser el centro de toda la realidad. Como de costumbre Thanos había proporcionado los medios para su derrota siendo su divinidad usurpada por su “nieta” Nebula, a quien el Titán mantenía en un estado entre la vida y la muerte.
Nebula eventualmente es vencida con la ayuda del mismo Thanos, quedando el guantelete en posesión de Warlock. En el momento en que Hulk y Drax quieren dar cuenta de Thanos, este anuncia que posee un dispositivo termonuclear activado para detonar en 15 segundos, “prefiero la muerte a ser encarcelado”, sentencia. Como no hay tiempo de desactivar la bomba, Thor le propina a Thanos un colosal golpe con su martillo Mjolnir enviándolo a las profundidades cósmicas donde el Titán estalla en mil pedazos. Warlock envía a todos a sus respectivos planetas a excepción del Dr. Extraño, Thor y el Surfista de Plata a quienes encarga comunicarle a las masas que Adam Warlock es un dios en el que se puede confiar. En compañía de su amigo Pip y Gamora, Warlock se transporta 60 días en el futuro a un planeta sin nombre donde se encuentran con Thanos, que ha abandonado sus actividades megalómanas y se ha convertido en granjero. “Debí imaginar que no podría engañarte”, le confiesa a Warlock. “Como bien sabes el Universo no guarda secretos para mí”, responde el nuevo dios. Luego de una breve charla Warlock y sus amigos se alejan. “¿No estarás planeando dejarlo libre, verdad?”, pregunta sorprendida Gamora, a lo que Warlock contesta que Thanos es una pieza más del mosaico que es ahora su universo, “sin Thanos el cuadro estaría incompleto.”
El Guantelete del Infinito termina con una viñeta del Titán sentado en la entrada de su granja, “… extrañamente no envidio a Adam Warlock”, reflexiona. “De algún modo siento que Thanos de Titán ha salido ganando en este asunto”. Warlock sería conducido posteriormente ante un tribunal compuesto por las mismas entidades cósmicas que se habían enfrentado a Thanos, las cuales le consideraron indigno de transformarse en un dios por lo que Adam decide repartir las gemas entre cuatro de sus amigos de confianza, Dragón Lunar, Pip, Drax y Gamora, la Gema-Alma quedaría en su poder, y la gema de la realidad sería entregada a un custodio secreto.
La Guerra del Infinito
Varios meses después que Warlock fundara la Guardia Infinita (destinada a proteger las gemas) surge una nueva amenaza tan grave como para dejar a comatoso a Eternidad. Tras detectar una fuente energética extradimesional de increíbles proporciones, Thanos deduce que el Cosmos nuevamente corre peligro. El Titán rastrea el patrón energético hasta su fuente, encontrándose con el Magus en compañía de un doppleganger del mismo Thanos, y un ejército de dobles malignos de los principales héroes terráqueos.
Una vez de vuelta en su propia realidad, Thanos decide buscar la ayuda de la Guardia del Infinito. Mientras tanto el enorme flujo energético ha sido detectado por Reed Richards y el Doctor Doom, quien deduciendo el origen de la anomalía recluta a Kang el Conquistador para así apoderarse de dicha fuente.
Mientras la Guardia investiga la resurrección del Magus, héroes como Wolverine, Iron-man, Spider-man y el mismo Reed Richards son atacados por sus doppelgangers. Richards, que había sido reemplazado por su doble, convoca a los principales supertipos a una reunión en el 4 Freedoms Plaza, pero Wolverine llega a tiempo para desenmascarar al falso Richards cuyo propósito era detonar una bomba gamma en el edificio, con todos los héroes dentro, plan que es frustrado por la Mujer Invisible, que contiene la explosión con uno de sus campos mentales. Confundidos por la súbita aparición del Magus y el doble de Thanos a su servicio mientras luchaban contra el Iron-man y el Sr. Fantástico falsos, los héroes llegan a la conclusión errónea que Warlock y los Guardianes estaban tras todo esto.
La Guardia del Infinito viaja al reino de la Muerte para descubrir el origen de este nuevo Magus, descubriendo que mientras Warlock estuvo en poder del Guantelete, expulsó de manera subconsciente todo el bien y el mal de su alma para que así ninguna emoción interviniera con sus decisiones divinas, siendo el Magus, la forma que había adoptado la naturaleza maligna de Adam.
En el entretanto, y sin que nadie excepto el Magus lo supiera, Galactus el Devorador de Planetas, junto a su heraldo Nova, el Dr. Extraño y el Surfista de Plata, llevaban a cabo una misión propia que les permitiera descubrir el origen de las emanaciones energéticas y el estado catatónico de Eternidad. La nave de Kang y Doom, que seguía de cerca a la de Galactus logró evitar toda detección.
En el momento en que La Guardia del Infinito y Thanos indagaban en un planeta desconocido la localización del Magus, una fuerza de ataque de los más poderosos héroes de la Tierra ataca a los Guardianes, mientras el resto de los supertipos en la base de los Vengadores era atacado a su vez por un batallón de clones malvados. Para complicar aún más las cosas, el tribunal Viviente, apareció ante el paralogizado Eternidad con el objeto de emitir un juicio sobre el actual estado de la realidad cósmica. Galactus detuvo la pelea entre la Guardia del infinito y los héroes terrestres antes que esta llegara a niveles fatales y usando su tecnología leyó las mentes de estos para así recolectar la información que ignoraba. Finalmente el malentendido fue superado y al descubrir que el Magus pretendía reemplazar el universo con un duplicado de su propio diseño, todos decidieron unir fuerzas.
Warlock recuperó las gemas dándole forma una vez mas al Guantelete del Infinito pero el poderoso talismán no funcionaría, ya que el Tribunal Viviente había decretado que el poder de las gemas se anularía al estar juntas. Galactus, preparado ante tal eventualidad, se marchó en busca del tribunal Viviente. En ese preciso momento, el Magus reapareció secuestrando a Warlock y obteniendo para sí el guantelete. Determinado a vencer al Magus, Thanos se hizo con el Nulificador Universal de Galactus entregándoselo a Quasar para que lo usara contra el Magus. En el entretanto Doom y Kang atacaron al Magus quien luego de neutralizarlos temporalmente, se dispuso a utilizar la inconmensurable fuente energética que había conseguido alimentada por cinco cubos cósmicos. Pero cuando el Magus llegó a la cámara que los contenía, descubrió que estos habían desaparecido. Aún presa del shock, El Magus es atacado por Doom, quien lo deja inconsciente. Antes que Doom pudiera echarle mano al guantelete, Eternidad despierta solicitando al Tribunal Viviente que permita a las gemas actuar una vez más al unísono. El Tribunal consiente, y el Magus logra así el poder infinito. Su primer acto como ser supremo es destruir a Quasar mediante el uso del nulificador que él mismo portaba. Thanos urge a los héroes a atacar a sus doppelgangers. Justo en el momento en que el Magus pretende matar a Warlock, Thanos hace su entrada tras vencer a su doble, e informa al villano que le faltaba una pieza importante del infinito. En efecto, el Magus no podía controlar la Realidad ya que la gema era falsa (Thanos era el quinto guardián elegido por Warlock.) Esto produjo una distracción suficiente como para que Adam luchara con el Magus por el control del guantelete, cosa que aprovecharon Eternidad e Infinito para atacar al yo-maligno de Warlock, encerrándolo en la Gema-Alma.
El universo fue restaurado, y Thanos volvió a su granja esperando un próximo enfrentamiento con la otra mitad expulsada por Warlock, su lado femenino y supuestamente, bueno.
La Cruzada del Infinito
La confrontación con el lado femenino de Adam llegó en la forma de la Diosa, que tras exiliar tanto a Warlock como a Thanos a otras realidades, convocó a ciertos héroes de la Tierra con fuertes convicciones religiosas (Spider-Man, Tormenta, el Dr. Extraño, Thor, Daredevil, Jean Grey y el Capitán América, entre otros), para que formaran su ejercito Sagrado al mismo tiempo que erradicaba toda acción maligna del universo.
Usando el poder de los cubos cósmicos robados al Magus, la Diosa creó un mundo idílico, una suerte de Antichton, bautizado Paraíso Omega. Mientras los héroes de la Tierra formulaban un plan para combatir a la diosa, esta completaba la creación del “Huevo Cósmico”, en el que había reunido 30 unidades contenedoras de doce realidades diferentes, el reflector a través del cual se propiciaría el cambio universal. Posteriormente la Diosa entra en el huevo desde donde “despertaría al espíritu de cada ser iluminado del firmamento, guiando dicha conciencia colectiva hacia la felicidad verdadera y salvación eterna”.
Mientras estuviera dedicada a difundir su evangelio la Diosa sería vulnerable, por lo que encomienda la misión de protegerla a Dragón Lunar y el resto de los héroes convertidos a su causa. Warlock, sin embargo, había logrado navegar a través del flujo de las realidades hasta encontrarse con Thanos en el centro de ella. En el entretanto una nave con tres de los seres más brillantes de la Tierra (La Visión, Iron-Man y Reed Richards) arriba en Paraíso Omega para confrontar a la Diosa. Richards mediante un escáner detecta poderosas energías telepáticas que demuestran que los héroes reclutados por la Diosa estaban actuando contra su voluntad. La Diosa expulsaría a estos “infieles” de su contratierra enviándolos junto al Quinjet en que habían llegado, de vuelta a la orbita de la Tierra (a la cual regresarían luego de visitar en la luna a Oatu, el Vigilante).
Warlock y Thanos son visitados en la astronave de este último por el demonio Mefisto, quien les ofrece un conocimiento secreto de los cubos cósmicos, el que está dispuesto a compartir a cambio de la entrega de uno de los contenedores una vez derrotada la Diosa. Thanos estuvo de acuerdo y Mefisto reveló que los cubos, a pesar de ser todopoderosos, se negarían a romper ciertos tabúes autoimpuestos, como el afectar el reino del alma. La Diosa, al tanto de esta limitación, pretendía contactar todas les mentes del universo y usando su fuerza de voluntad combinada, vencer las restricciones de los cubos reunidos en el Huevo Cósmico para luego destruir el Universo. Warlock, molesto por la presencia de Mefisto se marcha a consultar su Orbe Místico, un objeto capaz de ponerle en contacto con Eternidad. En vez de manifestarse Eternidad ante Warlock es él quien es transportado a su reino, donde en un momento memorable, lo encontrará ¡haciendo el amor con Infinito! En efecto, Eternidad e Infinito permanecen fusionados en la forma que representa a esta última.
Las personificaciones de la realidad misma restan importancia a las preocupaciones de Warlock y molestos por la intrusión lo expulsan de allí. De cualquier forma Warlock, en un momento de lucidez, ha comprendido los planes de la Diosa por lo que regresa a la astronave de Thanos y le entrega su Gema-Alma, que de inmediato absorbe el espíritu de Warlock dentro de sí. Thanos automáticamente comprende el plan de Warlock y se apronta a iniciar la segunda fase, teleportar al Surfista de Plata (que ha logrado liberarse del control telepático de la Diosa), y comprometer su ayuda. Thanos contactará luego a las fuerzas terrestres informándoles su idea de crear una distracción, proveída por el Surfista alimentado por toda la energía que pudiera canalizar del sol. De esta forma Norin Radd convertido en una suerte de proyectil destruye por completo la luna de Paraíso Omega y por consiguiente, sus sistemas de defensa. Thor ataca los Quinjets que transportan a la fuerza terrestre y estos son obligados a descender en cápsulas de escapes a Paraíso Omega, donde se enfrentaran a sus camaradas al servicio de la Diosa.
Antes que Dios del Trueno destruyera las cápsulas es confrontado por Hulk y Drax. Warlock por su parte encuentra al Magus dentro de la Gema-Alma, le solicita colaboración pero este se niega, ambos luchan y tras vencer a su yo-maligno, Warlock comprende que no lo necesita. En el entretanto y mientras los héroes de la Tierra luchan entre sí, Thanos ataca a la Diosa sirviéndose de los increíbles poderes mentales de un catatónico Charles Xavier. Pero ya es tarde, la diosa logra su objetivo y todas las estrellas del universo explotan.
La destrucción del universo sin embargo no ha sido más que una ilusión creada por Warlock (en forma astral) sirviéndose del propio Huevo Cósmico. La Diosa, que había relajado su dominio sobre el Huevo intenta defenderse contra el ataque combinado de Warlock, Thanos, y un recuperado Profesor Xavier. Ante un ataque directo de tal magnitud la Diosa es derrotada, encontrándose pronto en la Gema-Alma donde, al igual que el Magus, no será más que un fantasma invisible para sus habitantes. Warlock regresaría a su cuerpo a bordo de la astronave de Thanos, los héroes son devueltos a la tierra. A continuación Thanos extrae uno de los cubos del Huevo justo antes que Warlock sé teleporte ante él. El Titán informa a Adam que ha ordenado al huevo descomponer su estructura molecular a un nivel subenergético, lo que destruirá además el planeta de la Diosa, impelido fuera del sistema solar rumbo al vacío. Warlock se presenta luego en el cuartel de los héroes terrestres donde le reprochan que todo había sido su culpa. Adam y sus amigos de La Guardia del Infinito optan por marcharse antes que el irreflexivo Hulk les caiga a golpes.
Thanos por su parte honraría el acuerdo con Mefisto entregándole un cubo cósmico… inservible. “Jamás especificaste que la unidad que querías debía funcionar”, declara Thanos y agrega: “hasta el diablo debe andarse con cuidado cuando pacta con Thanos de Titán”.
Conclusión
Ahora, más allá de la pasión ñoña, seamos honestos. Esta macrosaga podría haber sido una de las más memorables producida por la Casa de las Ideas, pero falla en varios flancos como para acceder a dicha categoría.
El Guantelete del Infinito es la más lograda de las tres y su mayor mérito reside en haber traído de vuelta a dos de las más interesantes creaciones marvelianas: Thanos y Warlock. Lamentablemente la historia no está a la altura de los personajes reduciéndose a un mero cliché en que tras peligrar el universo entero, todo regresa a como estaba en un principio, salvo la resurrección de Adam y sus amigos, claro. Pese a todo El Guantelete del Infinito finaliza en un momento contemplativo memorable, el cual habría sido aún más glorioso si Marvel no se hubiera empeñado en seguir la ordeña de la infinita vaca cósmica. En el apartado gráfico la ausencia de George Pérez a mitad de la saga (estaba trabajando al mismo tiempo en la Guerra de los Dioses para DC), y su reemplazo por el competente pero menos talentoso Ron Lim se resiente.
La Guerra del Infinito nos presenta a unos personajes reducidos a caricaturas de sí mismos, y nadie acusa peor el golpe que Thanos, que para haberse convertido en horticultor guardaba una curiosa cantidad de tecnología en el sótano de su granero. La verdad es que en esta serie nada tiene sentido, el omnipotente Warlock no prevé los planes de su malvado yo futuro-alterno mientras poseía el Guantelete, el Magus a su vez va y le anuncia sus planes a Galactus y Thanos mientras que personajes menores como Alpha Flight y The New Warriors (que francamente no tienen nada que hacer al lado de pesos pesados como Thor y el Dr. Extraño, fuera de intentar subir las ventas de sus propios títulos, claro está) se ven involucrados gratuitamente en la épica batalla. Otro par de preguntas que penden en el aire son las causas por la cual el Magus mantiene a un doble de Thanos como sirviente y la razón por la cual éste no es monstruoso como los demás dopplegangers, y no me vengan con que el Titán es tan monstruoso que no puede serlo más aún.
La Cruzada del Infinito cuenta prácticamente con el mismo argumento que su antecesora, una vez más uno de los aspectos de la personalidad de Warlock pone en peligro el universo, (esta vez su lado “femenino” que Starlin equipara a “lado bueno”) y una vez más los héroes de la Tierra se unen para combatir la amenaza que finalmente es neutralizada por Warlock y Thanos trabajando en conjunto. La crítica a la religión me parece acertada pero debo reconocer que podría haberse escenificado de una forma menos ofensiva para los creyentes al ser representados los personajes con una fuerte convicción religiosa como títeres sin voluntad propia. Mención aparte merece Mefisto, que con sus peroratas y maquinaciones logra incluso restarle protagonismo al gran Thanos.
Jim Starlin ya ha publicado una nueva serie de seis tomos llamada El Abismo del Infinito, a la cual aún no hemos conseguido echarle el guantelete, si se me permite el retruécano. Así que eso sería todo por ahora, true belivers. Ya estoy sonando como Stan Lee, eso me pasa por estar cinco horas frente al computador escribiendo este artículo que no va a leer nadie, hasta la próxima y ¡Excelsior!
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