Una serie de suicidios, artículos perdidos por las víctimas, detectives desesperados por encontrar algo y un montón de gente extraña, es lo que nos trae Katsuhiro Otomo en el manga Pesadillas.
por el Perro
Es considerada la obra de un maduro Katsuhiro Otomo y una clara señal de lo que el autor llegaría a entregarnos en Akira. No hay que ser expertos para darnos cuenta de que en Pesadillas aún predominaban las características caricaturescas en el aspecto gráfico de la obra y que sin duda, lo que más impactó a la crítica especializada fue la maestría de Otomo para delinear edificios y las excelentemente logradas técnicas narrativas cinematográficas en las escenas de mayor impacto.
En esta obra, al igual que en Akira, Otomo no hace vista gorda de lo que él vaticina sobre el futuro de la sociedad japonesa: inmensos avances tecnológicos que no logran suprimir la miseria humana. Eso, sumado al estilo propio del autor, aporta de manera magistral al ambiente tenso y cargado de suspenso que el argumento de Pesadillas demanda.
Es imposible no hacer una analogía entre “Pesadillas” y la posterior “Akira”, como ya lo habrán notado, pero es evidente que el anciano Cho-San y su centrada, joven y temible rival, Etsuko-chan, son la antesala de Akira y los demás niños con poderes mentales.
Me he dado cuenta al leer comentarios en la Web, que muchos critican esta obra por la sensación de vacío que puede dejar. Pienso que esa gente seguramente no comprendió que la obra es casi un experimento, pues tengamos en cuenta que es el manga en que Otomo se pone serio de verdad y donde comienza a notarse con más fuerza su peculiar técnica y forma de hacer ciencia ficción. Por lo tanto, debe tomarse como una crónica de lo que sucedió en una urbanización japonesa en algún momento dentro de los universos creados por Katsuhiro Otomo. Para no caer en spoilers, lo explicaré así: llega un amigo a tu lado y te dice “¿viste en las noticias el tipo que mató a su vecino de tal y cual forma?”, entonces tú le respondes, “no, pero que extraño” y punto, un hecho que por alguna razón nos interesa y sorprende, pero no buscamos más allá, no indagamos motivos, nombres, locaciones o desenlaces. Y creo que eso es lo que Katsuhiro quería plasmar en Pesadillas. Por lo demás, los personajes ya están desarrollados, así que no podemos leer la obra pensando en que veremos cambios en ellos, pues en la primera aparición de un personaje, Otomo nos muestra con espectacular claridad cómo es.
En resumen, el manga Pesadillas” es el primer exitazo de Otomo, con varios premios recibidos y que no puede faltar en la repisa de cualquier fan de la ciencia ficción. El ritmo del manga te engancha fácilmente y además, es de esas obras de las cuales puedes presumir haber leído.
datoÑoño: En 1999 surgió el rumor de una película basada en este manga, con dirección de Guillermo del Toro, pero finalmente nunca se concretó dicho rumor… aunque la esperanza es lo último que se pierde.
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