Fantasía

Fantasía (a.k. lo fantástico o maravilloso) es la denominación de uno de los 3 géneros ñoños por antonomasia, junto con la Ciencia Ficción y el Terror. Un título que es aplicable a todas las formas de arte fantástico.

Antes que todo, es importante diferenciar una “obra de arte de fantasía” de una obra de “arte fantástico” y el “género de la fantasía” de su cuasi homónimo, el “género fantástico“. Me explico: una obra será de arte fantástico sin importar el formato, siempre que sea de género fantástico. A su vez, género fantástico es el nombre usado para referirse a los 3 géneros ñoños por antonomasia: la ciencia ficción, el terror y la fantasía.

Por lo tanto, al hablar de fantasía no me refiero al arte fantástico ni al género fantástico, sino a una categoría de los antes mencionados. Sin embargo, obviar que la fantasía y el género fantástico comparten en el mismo origen, sería ceguera. Así que para encontrar una definición de fantasía, comencemos por ahí…

Antecedentes

El homo ñoñus se caracteriza por su necesidad de sistematizar el conocimiento y como este texto no es la excepción, estableceré un marco teórico para cimentar las bases de este ensayo y lograr, al final, el objetivo de crear una definición para el (sub)género de la fantasía. Por eso comenzaremos con el género madre.

¿Qué es el género fantástico? Muchos han intentado una definición, pero en el mundo actual, la amplitud de expresiones artísticas y su multiplicidad de formatos, lo haría imposible. Sin embargo, en una búsqueda anterior ya creamos una definición útil para estos propósitos: “el género fantástico es opuesto al género realista y está compuesto por 3 subgéneros: ciencia ficción, terror y fantasía.”

En un contexto amplio, el término fantasía se refiere al producto de la imaginación en cuanto inventa o produce obras de arte; en cualquiera de sus formas. Así pues, tanto el género fantástico como la fantasía tienen un mismo origen: las primeras cosmovisiones creadas por el homo sapiens. Vemos lo fantástico en los primeros mitos y leyendas, mucho antes del nacimiento de las religiones, cuando nuestros antepasados nómades se reunieron al alero de una montaña sagrada; o milenios después, cuando los espíritus informaban al “chamán” el momento oportuno de sembrar o cazar.

Fueron los eventos inexplicables lo que dio origen a las primeras obras de arte fantástico, que a su vez fueron las representaciones de las religiones primitivas. Claro que las mitologías están compuestas por muchos mitos disímiles, pero en la mayoría de ellos, es la fantasía lo que predomina. Es cierto que se pueden encontrar elementos del terror e incluso, de la ciencia ficción, pero estos son las excepciones que confirman la regla. Además, y este es el punto relevante, en esta etapa temprana del desarrollo humano, pensar en géneros es absurdo.

Por tanto, otro avance en la búsqueda de una definición, sería afirmar que la fantasía es el género ñoño primigenio. Un género que al crecer y evolucionar, dio a luz a la ciencia ficción y el terror. Por consiguiente, comparte algunas características con sus descendientes, pero la fantasía posee elementos que la hacen única.

Por consiguiente, continúo en la búsqueda de eso que la diferencia de sus descendientes y para ello revisaré su evolución histórica.

Historia de la fantasía

Surgida de la tradición oral, la fantasía está presente en los relatos de carácter religioso.​ Para nuestros antepasados, la intervención de los espíritus primero, y los dioses después, era aceptado como algo natural. De hecho, sin ir muy atrás en el tiempo, muchos cristianos aceptan que ángeles y demonios, así como santos y sus dones milagrosos, son algo real.

Pero el tiempo pasó y las expresiones artísticas vinculadas a la fantasía tomaron un carácter laico y así, expandieron sus límites mucho más allá del relato religioso. Es así como este género se luce a través del mito, la fábula, la leyenda, la epopeya y otras expresiones de arte antiguo, que no estaban necesariamente ligadas a la religión.

Dado que su origen está ligado al relato oral, su evolución lógica es hacia la narración escrita. Por eso, la principal fuente de expresiones artísticas de esta protofantasía, es la literatura. Inicia con el mito y continúa con las diversas expresiones literarias de la antigüedad y la Edad Media. Hasta finalmente llegar al Renacimiento y al igual que las demás Artes, crecer y evolucionar.

La divina comedia, de Dante Alighieri, es para mí, el primer gran libro renacentista de fantasía. Algunos dirán que tiene más que ver con lo sacro, pero eso no le quita sus características fantásticas clásicas. Y cuando hablo de características clásicas, lo hago de forma intencional, porque la evolución del género tomó nuevos rumbos. Caminos que lo guiaron al nacimiento de otros géneros.

Es así como aparecen El castillo de Otranto, escrita por Horace Walpole en 1764, y El diablo enamorado, escrita por Jacques Cazotte en 1772. Es cierto que las obras de Walpole y Cazotte son consideradas precursoras del género gótico y por ende, más asociadas al género del Terror, pero aún es muy temprano en la historia para dividir los géneros ñoños. Porque es precisamente en esta época cuando el terror, la ciencia ficción, el romanticismo y otros géneros (no necesariamente fantásticos) comienzan a definirse de la forma que los conocemos hoy.

El gran hito en este proceso es la novela Frankenstein de Mary Shelley (1818). Se dice que este libro inició el género del Terror y la Ciencia Ficción. Pero lo que no se menciona, es que como consecuencia, también creó el género de la fantasía y lo delimitó como aquello que no es ni terror ni ciencia ficción.

Críticos, académicos y la industria editorial ayudaron a la subdivisión de la fantasía primitiva en tres géneros independientes. Pero fueron los escritores, quienes al expandir sus búsquedas artísticas, lo consolidaron. Autores románticos, como E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, contribuyeron con sus relatos fantásticos, cargados de terror y misterio, además de mucha fantasía. También cooperó Julio Verne con su ficción científica y los clásicos “El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde”, de R. L. Stevenson (1886) y “Drácula” de Bram Stoker (1897). Entre muchos otros.

Por un lado, muchos artistas toman el tenebroso sendero del estilo gótico, mientras que otros abrazan el positivismo y toman la ruta de la ficción especulativa. Sin embargo, ambos comparten lo fantástico e incluyen en sus obras elementos sobrenaturales.

La neofantásía

Durante la transición del siglo XIX al siglo XX, el paradigma epistemológico de Occidente sufre violentos giros. Su inflexible orden racional se ve sacudido en las ciencias sociales, la filosofía, la psicología, la física y por supuesto, el arte. Esta revolución supone cambios en la sistematización del conocimiento, incluida la fantasía. Hasta aquí, la fantasía contenía en su seno a todo lo fantástico, lo maravilloso, lo terrorífico y lo especulativo. Pero en un mundo que cambia con rapidez, esta protofantasía muta y abre el camino para la neofantasía o Fantasía moderna. Lo que determina la separación definitiva de los tres géneros ñoños: ciencia ficción, terror y fantasía.

De este modo, los artistas de género fantástico, aún cuando experimentan con otros géneros, se especializan más en unos que en otros. Por ejemplo: H.P. Lovecraft y Lord Dunsany se orientan al terror; Jorge Luis Borges y Kafka, a la fantasía; y Asimov y Ray Bradbury en la ciencia ficción. Entre muchos otros. Como consecuencia de este crecimiento, también surgen los subgéneros, como el realismo mágico, el steampunk o el gore.

En cuanto a la fantasía, motivados por críticos, académicos y la industria editorial, surgen varios subgéneros. Por ejemplo la alta fantasía, la fantasía oscura, el realismo mágico, etcétera. También nacen los grandes exponentes del género, como J. R. R. Tolkien, C. S. Lewis, Gabriel García Márques, Jorge Luis Borges y muchos más. Y junto con ellos, los grandes clásicos del género. Entre otros:

  • La Odisea: narración épica que refleja el desarrollo religioso, político y cultural del antiguo Imperio Griego. Esta es quizá la primera obra épica que pasa de la tradición oral a la palabra escrita.
  • La Eneida: la obra maestra de la literatura latina, creada para glorificar a Roma por pedido del emperador Augusto.
  • El Señor de los Anillos: esta obra ha influido de tal manera en toda la literatura de fantasía, que podría considerarse la madre de todas las sagas posteriores. Dentro de sus características principales, está el hecho de que no es solo una novela con personajes y lugares de fantasía, sino que involucra a todo un mundo, con su geografía, lenguas, razas e historias propias. Tanto así, que se puede hablar del Universo de JRR Tolkien y las novelas que de él nacen.
  • La Rueda del Tiempo: ambientada en un mundo fantástico, la saga incluye más de catorce novelas, que se basaron en elementos mitológicos europeos y asiáticos.
  • Cien años de Soledad: opera prima de Gabriel García Márquez y una de las mejores novelas jamás publicadas. Narra la historia de Macondo, un pueblo donde la magia convive con la realidad.

Podría seguir listando un sinfín de obras y autores (eso sin considerar los exponentes de otras artes, como la dramaturgia, el arte plástico, el cine, etcétera), pero no terminaría nunca, así que mejor sigo hacia los subgéneros de la Fantasía.

Subgéneros de la fantasía

Al separarse de la ciencia ficción y el terror, la fantasía adquiere códigos propios y a los antiguos subgéneros, se le suman otros:

Mito

Relato tradicional que narra acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos. El objetivo del mito es explicar un hecho o fenómeno natural, y el conjunto de mitos se denomina mitología.

Leyenda

Narración fantástica que se transmite de generación en generación, de forma oral o escrita. Generalmente, el relato se sitúa entre el mito y el suceso verídico, y ocurre en un tiempo y lugar reconocible por la comunidad que lo comparte.

Fábula

Relato breve cuyos personajes suelen ser animales o cosas inanimadas, que hablan y actúan como seres humanos. Cada fábula cuenta, en un estilo llano, una historia o anécdota que alberga una consecuencia aleccionadora, llamada moraleja o adfabulación.

Epopeya

Relato épico, generalmente escrito en verso largo (hexámetro), o prosa. Es una historia extensa que gira en torno a un héroe y narra acciones trascendentales o dignas de memoria, para una cultura en particular.

El cuento de hadas

Historia ficticia que generalmente contiene personajes folclóricos de características arquetípicas (p/e hadas, duendes, elfos, brujas, sirenas, troles, gigantes, gnomos o animales parlantes). También suelen incluir magia, encantamientos y sucesos fantásticos.

Fantasía oscura

Subgénero que combinan la fantasía con elementos de terror, como atmósferas sombrías y criaturas terroríficas. No pertenece al género del terror per se, a menos que el objetivo del autor sea provocar miedo en el receptor de la obra.

Baja fantasía

Subgénero que se caracteriza porque sus obras muestran eventos fantásticos ocurridos en el mundo real.​

Fantasía histórica

Crossover entre la baja fantasía y la ficción histórica, donde los elementos fantásticos co-existen con la realidad cotidiana. Ejemplos de este subgénero son las novelas Ngen Mapu y Al sur del Biobío.

Fantasía Urbana

Son historias donde ocurren eventos fantásticos en un contexto urbano real. Por ejemplo, un cuento de fantasía que ocurre en Santiago de Chile.

Alta fantasía

Subgénero de la fantasía, definido porque la historia transcurre en un mundo imaginario y generalmente posee características épicas, tanto en sus personajes, temas y trama.

Realismo mágico

Nacido a mediados del siglo XX, comparte características con el realismo épico, como su preocupación estilística. Pero se diferencia por mostrar lo fantástico como algo cotidiano.

Características de la fantasía

A pesar de existir múltiples subdivisiones, todas las obras de fantasía tienen una o más de las siguientes características:

  • Existencia de lo sobrenatural
  • Lo mágico puede o no ser permanente en el transcurso de la obra
  • Los eventos fantásticos no tienen explicación racional o científica
  • Las temáticas tienen origen en las antiguas cosmovisiones
  • A los personajes no les sorprende los hechos fantásticos porque son parte de su cotidianidad
juguetes de dinosaurios y dragones

Conclusión

Si bien la Fantasía nace como un gran saco en el que caben todas las expresiones artísticas donde suceden eventos sobrenaturales, con el desarrollo del arte y el conocimiento humano, lo fantástico también evoluciona. Como consecuencia de este proceso, la fantasía se divide en 3 subgéneros: ciencia ficción, terror y fantasía.

Así es como el género de la fantasía se transforma en lo que hoy conocemos, con elementos y características que le son propias y que lo diferencian de los otros 2 subgéneros ñoños. Sin embargo, a pesar de sus propiedades únicas, es el autor quien finalmente decide el carácter de su obra y por ende, también su género.

Con estos dos aspectos en consideración, estamos en condiciones de estructurar una definición que dará por cerrado este ensayo…

Definición de fantasía

Una obra será de fantasía cuando el autor, independiente de la temática o lugar donde transcurre la trama, usa la magia y/o lo sobrenatural para explicar los acontecimientos fantásticos que ocurren en la historia.

Por extensión, una obra será de ciencia ficción cuando el autor, independiente de la temática o lugar donde transcurre la trama, usa la ciencia y/o la tecnología para explicar los acontecimientos fantásticos que ocurren en la historia.

Por último, una obra será de terror cuando la intención del autor sea provocar miedo en el receptor de su obra, independiente de la explicación que dé a los acontecimientos (fantásticos o no) que ocurren en la historia. Asimismo, será de fantasía o ciencia ficción, si la intencionalidad del autor es sorprender y/o maravillar al receptor de la obra.

Esta definición aplica a cualquier forma que tome la obra de arte ñoño, y cualquiera sea el tipo receptor de la misma (lector, espectador, oyente u otro).

Anexos

Aquí agrego más información, puntos de vista e imágenes, con el objetivo de enriquecer el ensayo y ampliar la perspectiva del lector.

Imágenes de fantasía

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Con esto cierro esta trilogía de los tres géneros ñoños por antonomasia. Los invito a comentar y compartir esta entrada.

Nos leemos…


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categoría: arte ñoño
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