Arthas menethil es uno de los personajes principales de la saga de videojuego World of Warcraft. Descubre aquí su historia…
La historia de Arthas Menethil, príncipe heredero de Lordaeron, es un relato triste. Hijo de Lianne Menethil y el Rey Terenas Menethil II, nació cuatro años antes de comenzar la Primera Guerra. El joven príncipe creció en un tiempo en el que las tierras de Azeroth eran devastadas por la guerra y la Alianza se desvanecía en un horizonte de nubes negras.
Como adolescente, Arthas fue entrenado en combate por Muradin Bronzebeard, el hermano del rey enano Magni Bronzebeard, llegándose a convertir en un diestro espadachín. Bajo la guía de Uther the Lightbringer, Arthas entró a formar parte de la orden de paladines de la Mano de Plata a la edad de 19 años. La ceremonia de tuvo lugar en la Catedral de la Luz en la ciudad de Stormwind, donde le fue entregado su característico martillo sagrado, conocido como Light’s Vengeance.
Los problemas empezaron en Lordaeron cuando los orcos se liberaron de los campos donde fueron recluidos tras la Segunda Guerra. Arthas y Uther fueron enviados a Strahnbrad a defender el pueblo de emboscadas de orcos y demás ataques. El joven príncipe tuvo que vencer al dragón negro Searinox para llevarle su corazón al enano Feranor Steeltoe y forjarlo en un orbe de fuego. Arthas utilizó este objeto mágico para acabar con el orco que lideraba las emboscadas.
Sin embargo, una amenaza más vil surgió en la forma de muertos vivientes. Jaina y el capitán Falric fueron enviados para unirse a Arthas e investigar la extraña plaga. Pelearon con un ejército de muertos vivientes en un granero infectado por la plaga y se encontraron con el nigromante Kel’Thuzaden en el pueblo de Brill, al que persiguieron hasta Andorhal.
En el camino, Arthas y Jaina se detuvieron en Hearthglen, donde pretendían descansar. En lugar de eso, fueron advertidos que el ejército de muertos vivientes se acercaba. Arthas ordenó a Jaina encontrar a Uther para que los ayudara, mientras él defendía el pueblo. Durante la lucha, Arthas Menethil descubrió que la plaga se contagiaba a través del grano y no era una peste mortal, sino que convertía a personas inocentes en muertos vivientes. Arthas y sus compañeros apenas aguantaron y cuando estaban a punto de ser derrotados, llegó Uther con los refuerzos para salvar la aldea. A pesar de que Uther le dio sus respetos por la batalla, Arthas se lo tomó como una ofensa y empezó a enemistarse con el viejo paladín.
Cuando Arthas comenzó a masacrar a los ciudadanos de Stratholme, se encontró con Mal’Ganis, que estaba ocupado reclamando las almas de los infectados para que revivieran bajo el aspecto de muertos vivientes al servicio del Azote. Arthas trató de destruirlas antes de que Mal’Ganis pudiera hacer uso de ellas y finalmente, consiguió hacer huir a Mal’Ganis, no sin antes desafiarlo a un combate final, que el demonio aceptó solo si se realizaba en el continente helado de Northrend.
El inicio del fin
Arthas y sus tropas continuaron hasta Drak’Tharon Keep y al llegar, dejó a su capitán a cargo de la defensa del campamento, mientras él junto a Muradin va en busca de la espada.
Este es el inicio del fin de la historia de Arthas Menethil, y el comienzo de la caída del príncipe maldito…
Finalmente encuentran la caverna donde está la espada Frostmourne, pero está custodiada por un Espectro de Escarcha, al que Arthas debe vencer si quiere adueñarse de la espada. junto a Muradin logran derrotarlo, pero antes de morir el espectro advierte a Arthas acerca de la maldición y el gran mal que hay en esa caverna; él no esta allí para proteger a la espada de los mortales, sino para proteger a los mortales de la espada. Por supuesto, el fuerte y arrogante príncipe hace caso omiso de la advertencia del guardián y se adentra en las profundidades de la caverna en busca de Frostmourne. Al llegar al pedestal donde se encuentra Frostmourne, Arthas y Muradin encuentran una inscripción: Aquel que empuñe esta hoja portará un poder eterno, pero así como la hoja desgarra la carne, el poder marca el espíritu.
Muradin rápidamente comprende que la espada está maldita, pero Arthas afirma está dispuesto a cargar cualquier maldición y pagar cualquier precio con tal de liberar a su pueblo, e invoca a los espíritus del lugar para que le permitan reclamar la espada. El casquete de hielo en el que se encontraba Frostmourne explota, liberando la espada y su maldición. Arthas Menethil, enceguecido por su ambición y arrogancia, da la espalda a la luz y deja a Light´s Vengence de lado y empuña el poder oscuro de Frostmourne.
Armado con Frostmourne, Arthas asalta el campamento de Mal`Ganis. Una vez frente al Señor del Terror, este lo saluda como a un aliado, pero Arthas le responde que ahora solo escucha la voz de la espada y de un golpe asesina al Señor del Terror.
Al internarse en los helados páramos de Rasganorte, Arthas Menethil pierde los últimos vestigios de su razón y pasa a servir a su nuevo amo: El Rey Lich.
Así termina la triste historia de Arthas Menethil, el otrora orgulloso príncipe heredero de Lordaeron, y que ahora es un esbirro más del malvado Rey Lich.
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Historia de Arthas Menethil
Con esto despedimos al príncipe maldito, Arthas Menethil. Si quieres más sobre World of Warcraft, haz clic en los siguientes links: